Los Lovlots de Swarovski, son piezas de joyería de edición limitada, verdaderas maravillas en miniatura, provocan cierta melancolía pues parecen tener vida propia y nos recuerdan realmente a los animales a los que representan, sus gestos y sus posturas no dejan lugar a dudas, son pequeños tesoros que uno desea coleccionar, pero, ¿alguna vez os habéis preguntado por qué estos cristales son de tan buena calidad y tienen ese brillo tan característico? Pues bien, Swarovski cubre sus cristales con capas químicas metálicas especiales, logrando crear un cristal que permite que la luz refracte en un espectro del arco iris, entre estas capas metálicas, utilizan entre otras, un 32 por ciento de plomo, lo que logra maximizar la refracción.
En 1892 en Wattens, Daniel Swarovski diseñó y patentó una máquina de corte eléctrica, diseñada para el corte de cristal y en 1895 se fundó la compañía. La insignia original de Swarovski era la flor de edelweiss, pero en 1988 fue sustituida por la insignia actual del cisne, de hecho, Swarovski fue patrocinador de la película "El fantasma de la ópera" (2004), en la cual aparecía un candelabro de cristales de Swarovski. Una ventana de la tienda de Swarovski se ve en una secuencia de la película. Sin embargo, no aparece la insignia actual del cisne, sino la flor de edelweiss.
La compañía posee un parque temático del cristal, Swarovski Crystal World (Mundos cristalinos) en su sitio original en Wattens (cerca de Innsbruck, Tirol, en Austria).
Para la última gira prevista de Michael Jackson, la firma Swarovski había diseñado trajes incrustados con más de 300.000 cristales Swarovski, en 40 tamaños y 27 colores.
El grupo Swarovski también es fabricante de abrasivos y herramientas de corte, piedras preciosas sintéticas, instrumentos ópticos y maquinaria de demolición y perforación de hormigón.
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