Hasta el 21 de julio de 2004 nadie podía imaginar que la Cueva del Silo, la que era una cavidad con muy pocas evidencias arqueológicas, que además se encontraba destrozada y deteriorada por las numerosas visitas, pudiera haber sido un lugar especial para las culturas de la Edad de Bronce. Fue justo ese día cuando los geólogos Eneko Uriarte y Asier Gómez, formando parte de una campaña de excavación del Grupo Espeleológico Edelweiss (GEE), encontraron, debajo de un bloque calizo de difícil acceso, lo que parecía un brazalete de oro, que posteriormente se ha datado como perteneciente a la Edad de Bronce.
Este brazalete de oro, bautizado con el nombre de la Joya del Silo y que permaneció oculto y protegido más de 3.000 años bajo los bloques calizos que una vez cayeron del techo de la cueva, es ahora protagonista de una muestra conmemorativa del 60 aniversario del Grupo Espeleológico Edelweiss, muestra que hasta el 25 de septiembre de 2011 se expondrá en el Museo de la Evolución Humana de Burgos (MEH), con el objetivo de acercar al gran público el mundo de la espeleología y de las joyas prehistóricas.
La exposición conmemorativa está dividida en cuatro apartados perfectamente diferenciados en los que se muestran las características geográficas de las cuevas, los trabajos que se han realizado en su interior, el entramado y significado de sus galerías y las distintas hipótesis que se barajan sobre los humanos que las ocuparon. La Joya del Silo data de finales del siglo X a.c. y sus características la encuadran dentro de grupo humano conocido como "Villena-Estremoz", grupo caracterizado por elaborar joyas y piezas fundidas.
La Cueva del Silo, cuya primera descripción fue realizada por Francisco de Paula en 1792, se trata de una cavidad de segundo rango de la Sierra de Atapuerca. Los diferentes hallazgos prehistóricos que se han hallado en el karst de la Sierra de Atapuerca han permitido que los expertos piensen que, para los pobladores de la Prehistoria, las cuevas y cavidades de la zona fueron sagradas, convirtiéndose en lugares de culto para aquellas gentes que vivieron hace tanto tiempo. No obstante, la ocupación del mundo subterráneo por parte de nuestros antepasados todavía arroja muchos misterios por explicar, misterios que los espeleólogos, desde organizaciones como el Grupo Edelweiss, intentan resolver y explicar estudiando las cavernas y sus recovecos.
La Sierra de Atapuerca alberga un importante karst, cuyas primeras prospecciones realizadas de forma sistemática y ordenada se remontan a los siglos XVIII y XIX, pero han sido las investigaciones arqueo paleontológicas del Grupo Espeleológico Edelweiss, iniciadas en 1954, las que han conseguido demostrar el potencial de estas cavidades, consiguiendo que la Sierra de Atapuerca fuera declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. En la Sierra de Atapuerca, aparte del ya mencionado brazalete de oro de la Edad de Bronce, la Joya del Silo, también se han hecho otros hallazgos singulares como el cráneo 5 "Miguelón", la pelvis "Elvis" o el bifaz "Excalibur", por citar sólo aquellos que son más significativos.
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