La amatista, también conocida como cuarzo morado, es la variedad macrocristalina más valiosa del cuarzo. Para mi es una de las gemas más hermosas, su color, dependiendo de la cantidad de hierro (Fe+3) que incluya, puede variar desde el lila violeta muy claro hasta el púrpura o violeta rojizo. Es una piedra semipreciosa muy resistente a los ácidos pero el calor la afecta con facilidad ya que a más de 300ºC pierde la tonalidad azul adquiriendo un color amarillo, no obstante si la irradiamos con rayos X o partículas alfa volverá a adquirir su tono original. La amatista es la gema asociada con el mes de febrero y, por tanto, con el signo del zodiaco Piscis.
Historia de la amatista
El nombre amatista proviene del griego amethystos que traducido literalmente significa utilizado contra la embriaguez y desde muy antiguo se pensaba que protegía contra las borracheras por lo que eran típicas las copas de vino hechas con este material. Es una gema que ya empleaban en el antiguo Egipto para elaborar joyas y esculturas siendo las preferidas de la nobleza egipcia. Posteriormente, en la Edad Media, se le otorgaron poderes de austeridad y serenidad, siendo abrazada por el cristianismo como símbolo de santidad. Durante la Edad Media fue muy utilizada en la decoración de iglesias y en la elaboración de rosarios. De hecho, actualmente, todavía es considerada como la piedra de los obispos.